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Trabajadores De La Economía Social: “el Intendente Llaryora Nos Miró, Nos Escuchó, Nos Levantó Del Piso Y, Por Primera Vez, Somos Reconocidos Y Estamos Muy Felices Por Eso”

Trabajadores de la Economía Social: “el intendente Llaryora nos miró, nos escuchó, nos levantó del piso y, por primera vez, somos reconocidos y estamos muy felices por eso”

  • Así describe Noemí lo que siente ella y muchos de sus compañeros de los Paseos de la Economía Social en su transición de mantera a ocupar un espacio de trabajo digno.
  • La ciudad de Córdoba tiene en la actualidad 60 Ferias de la Economía Social, distribuidas por diferentes barrios, en donde se desempeñan 3.380 trabajadores feriantes.
  • Cada uno de estos espacios constituye un paseo donde se puede encontrar variedad de productos como ropa, accesorios, artesanías, plantas, antigüedades, entre otras.

A lo largo de tres años de gestión, la ciudad de Córdoba fue incrementando el número de Paseos de la Economía Social y con ellos sus trabajadores y la posibilidad de contar con un trabajo e ingreso genuino.

Desde la Municipalidad y a partir de la gestión del intendente Llaryora, se creó el Registro Municipal de Trabajadores Feriantes de la Economía Social y Popular, a través de la Ordenanza N°12.975 del año 2019, cuyo objetivo es otorgar a cada trabajador credenciales que los identifica como tales y que les otorga beneficios y derechos.

En la actualidad, existen 60 ferias registradas, las que dan espacio a 3.380 trabajadores y feriantes.

De ese total, 5 son ferias/paseos de gestión municipal, creadas por el actual mandato, cada una de ella con su infraestructura compuesta de gazebos, tablones, sillas y manteles. Además, electricidad, baños y dispenser con agua fría y caliente. Estas ferias están integradas por 1.064 trabajadores feriantes.

De los 55 restantes, 40 paseos son de gestión mixta, a los que la municipalidad acompaña con infraestructura (baños o tablones) y que están compuestas por 1.927 trabajadores feriantes.

Los 15 restantes son autogestivas, donde la Municipalidad aún brinda a los feriantes la posibilidad de sumarse al Registro. Estas ferias alojan a 389 trabajadores y de ese total el 90 % ya tienen su credencial habilitante.

Del total de trabajadores de la Economía Social, el 83.9% son mujeres, el 15.7 % varones y el 0.3 % trans, destacándose notoriamente la inclusión de género entre los mismos.

En cuanto al rango etario de mayor participación son quienes tienen entre 41 a 51 años.

En los Paseos Populares se ofertan diferentes tipos de productos entre los que se destacan artesanías, comida de elaboración artesanal, plantas, moda circular, entre otros.

Cada uno de estos espacios constituyen un paseo donde encontrar gran diversidad de productos como ropa, accesorios, artesanías, juguetes, plantas, antigüedades, entre otras. También se puede degustar distintos tipos de comidas.

De manteros a feriantes registrados

Desde el inicio de la gestión, el Municipio avanzó en la creación y ordenamiento de los Paseos de la Economía Popular por medio del trabajo realizado de la Dirección de la Economía Social, perteneciente a Secretaría de Políticas Sociales, Inclusión y Convivencia.

Tal es así que se creó una Ordenanza que reglamenta los Paseos de la Economía Popular de la ciudad, y la creación del Registro Municipal de Trabajadoras y Trabajadores Feriantes de la Economía Social y Popular.

A través de este registro casi el 90 % de los feriantes tienen hoy la credencial que los identifica como tales, lo que les permite acceder a diferentes capacitaciones que promuevan instancias de intercambio, formación, producción de conocimientos y habilidades, otorgando a cada trabajador una mayor independencia económica, dando visibilidad y calidad a sus productos y servicios.

Desde la Municipalidad se les brindan talleres de manufactura de alimentos, remodelación y personalización de prendas, uso de redes sociales, fotografía y educación financiera.

Además, al formar parte de este registro los habilita a recibir fortalecimientos económicos, lo que posibilita potenciar sus emprendimientos y el crecimiento de su autonomía.

En cuanto a los paseos, el Municipio fue dotándolos a la mayoría de valor, dándole forma y vistiéndolos como cada trabajador y vecino se merece. Por tal motivo, les colocó gazebos con tablones con manteles y sillas. En lo que respecta a los servicios cada puesto tiene electricidad y en la gran mayoría baños químicos y dispenser de agua fría y caliente.

Este hecho no solo beneficia a cada trabajador sino también al barrio y a los vecinos del sector, ya que cada Paseo se transforma en un circuito turístico de fin de semana que la ciudad exhibe y promociona, mostrando en ellos la inclusión social, el comercio justo y el consumo responsable, convirtiéndose en un lugar de encuentro de familias y turistas.

La vida de un Trabajador de los Paseos de la Economía Social

Es importante detenerse y escuchar lo que viven cada uno de los casi 3400 trabajadores de los paseos de la Economía Social, y de ese modo reconocer quién está detrás de cada tablón y lo que significa realmente ese lugar dentro de la feria.

A través de cada vivencia se puede llegar a comprender aquello que cada fin de semana los convoca y cobija en algún punto de la ciudad y la importancia que le otorgan a que los vecinos se acerquen a conocer sus espacios, pasear, conversar o a adquirir sus productos.

La historia de Noemí

Hace 10 años, al quedarse sin trabajo estable y tener que mantener a sus 6 hijos Noemí Salas, hoy referente de la Feria de la Plaza Jerónimo del Barco, comenzó a vender ropa de manera ambulante. Sus comienzos fueron en el piso, con una manta, era “mantera”, según se autodenomina. Al juntar algo de dinero se compró una mesita y comenzó a concurrir a la Plaza Jerónimo del Barco a vender, pues era la más cercana a su domicilio, como la mayoría de las que tienen actualmente un puesto en ese paseo.

En un principio concurría sábados y domingos, aunque hubiese tormenta o lloviese, y en tal caso se refugiaba con su mercadería y junto a otras compañeras dentro de la institución bancaria que actualmente sigue frente a la plaza por calle 9 de julio, porque no tenía donde resguardarse ni cómo proteger la mercadería.

Tiempo después, vendía de lunes a viernes dentro de la plaza porque no le alcanzaba el dinero que podía juntar los fines de semana. Según recuerda Noemí no eran reconocidas, “no éramos vistas por nadie, éramos manteras de piso, pero nadie nos miraba. Cada intendente que pasaba nos miraba como diciendo son trapos sucios. Y hoy, gracias a este intendente fuimos reconocidas.

Gracias a él, nosotras sabemos lo que es que alguien nos mire, porque ahora tenemos un tablón con su respectivo mantel, un puesto que es nuestro negocio, cosa imposible de poder tener si no fuera porque deberíamos alquilar un negocio”.

“Acá pasaron muchos intendentes que nos prometieron cosas como poner un pico de agua. Lo ponían y luego se olvidaban si estaba o no, si funcionaba o no. Todos pasaron y aun con niños tiradas en el piso, no nos miraban.  Este intendente puso hermosa la plaza, ahora está muy bonita al igual que a nuestros puestos. Ahora sí, los visitantes pasan por nuestros espacios y nos compran”.

Desde la gestión de Martín Llaryora, Noemí y sus compañeras disfrutan de las ventajas de ser vistas, de contar con un gazebo que los cubre del sol, del frío o de otras inclemencias del tiempo.

Además, están registrados y tienen algún tipo de reglamento como avisar si están enfermos y no concurren por ese motivo, o no fumar en los puestos, por lo cual ella y los demás feriantes se sienten mayormente motivados, unidos, comprometidos, responsables y orgullosos de su trabajo.

“Todo esto que hizo el señor intendente por nosotras, que fuimos manteras durante años, es un lujo y lo felicitamos y le agradecemos no para hacernos “las pulentas”, sino por el hecho de darnos algo tan simple como un trabajo fijo todos los fines de semana, que es lo que nosotros queremos y nos interesa”.

Este trabajo desde hace 10 años, le dio y le da a Noemí la posibilidad de mantener y apoyar a sus hijos. Una de sus hijas ahora es maestra y un hijo se recibió en el Colegio Monserrat y los demás van al primario o secundario del colegio Alejandro Carbó.

“Agradecemos a Llaryora por todos nuestros nuevos puestos, la gente ahora se acerca, nos mira, es algo agradable, conversan con nosotros. Los visitantes te conocen, te encargan cosas que es algo muy importante, y a la vez nosotros disfrutamos con la gente porque todos nos ayudan y nos ven de otra forma. Ya no ven más a la mantera tirada en el piso con la ropa que vendía llena de tierra, o húmeda por la lluvia”.

“La Feria me cambió la vida”

Maximiliano es de Traslasierra y hace 6 años que vive en Córdoba en barrio Junior`s. Terminó sus estudios y le apasionaban las plantas y quería participar de alguna feria.

Luego de intentar sumarse en algunos espacios como emprendedor, lo invitaron a formar parte de la Feria del Paseo General Paz donde, como él relata “su vida cambió bastante, porque fue una ayuda muy importante”.

Desde entonces y hace ya 3 años forma parte de ese espacio con su emprendimiento llamado “Plantate” a través del cual comercializa plantas de colección como cactus, crasas, carnívoras y algunas exóticas.

“En un comienzo la feria arrancó solo con tablones y hoy ya cuentan con gazebos donde el sol o el frío no nos castiga tanto con manteles, servicio de baños químicos, orden en el armado y desarmado de la feria”, destacó Maximiliano.

“Es muy lindo llegar y colocar tus productos porque ya está la mesa armada y el gazebo con un mantel puesto, entonces da placer colocar lo que uno ofrece. Los colaboradores siempre están bien dispuestos, no solo con nosotros sino también con la gente mayor de edad o personas con discapacidad o problemas motrices”.

Maximiliano participó en diferentes cursos y asesoramientos de los que ofrece y dicta la Municipalidad a los trabajadores de los Paseos de la Economía Social registrados, entre los que destaca el taller de fotografía que utiliza para retratar sus productos y otro sobre servicio de información vía web, que le ayudó mucho en épocas de pandemia para agrandar sus ventas y aumentar sus clientes.

Aparte de un trabajo en la Feria, Maximiliano encontró a un grupo de amigos que se ayudan mutuamente, con quienes comparte mates, charlas, música, organizan rifas, festejan cumpleaños, fin de año o navidades.  También se intercambian consejos para atraer nuevos clientes y así darles un impulso a las ventas. Entre todos intentan hacer publicidad de boca en boca, o a través de folletos y que siempre haya gente en la feria.

“Estoy muy agradecido a los centros vecinales, a la Municipalidad por dejarnos exhibir nuestros productos, darnos la oportunidad de vender, emprender y arrancar con nuestro negocio propio. Nada más lindo que trabajar con el producto que uno realiza y que tanto amor le pone”.

Maxi, resalta lo bueno de la ayuda económica otorgada por el Municipio a todos los feriantes para afrontar su día a día y continuar con la venta de sus productos.

“Yo tengo este solo trabajo y con esto pago mi alquiler y puedo enviar dinero a mis hijos para la cuota alimentaria que para mí es muy importante”.

“Trabajar con la gente y ayudar a mis compañeros”

Marcia Tejeda hace 8 años que es feriante y tiene 3 hijos. Por un embarazo de riesgo se quedó sin trabajo formal y de ese modo comenzó vendiendo en la Feria de Las Heras con un paño de bijouterie de acero quirúrgico. Ella se define como manualista, pues vende acero quirúrgico y lo manipula y además es artesana porque engarza a sus trabajos piedras naturales.

Sus comienzos fueron en la plaza Nuñez de barrio San Martín, alternando al mismo tiempo con el viejo Parque Las Heras.  Ahora se desempeña en el renovado Paseo Las Heras-Elisa siendo referente de economía social en la carpa rosa.

A Marcia le encanta trabajar con la gente, y colaborar con sus compañeros y ser solidaria con sus pares. Una de sus hijas la acompaña a la Feria, y también ayuda con trámites que se pueden hacer a través del teléfono celular.

Ella y sus compañeros están contentos con la Municipalidad por el espacio y todos los servicios que reciben. “La ayuda que se nos brindó, el fortalecimiento que nos dieron a todos los compañeros fue muy bueno porque la situación económica esta difícil para todos”, manifestó.

Además, recalcó “Nos sentimos tenidos en cuenta como trabajadores y felices porque en ninguna gestión anterior fuimos reconocidos con un espacio, ni vistos como tales y eso es un montón”.

Para ubicar y acercarse a los diferentes puntos donde se encuentran las ferias de la economía popular, se puede ingresar al siguiente link.

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