Repara Salud: así quedó el centro de salud de barrio Liceo III Sección
- El espacio de salud llevaba 15 años sin mantenimiento.
- Fue objeto de una intervención integral en todos los espacios.
- La comunidad participó del acto de inauguración de las mejoras.
Con la finalización de las obras en el Centro de Salud N° 94 de barrio Liceo III Sección, ya suman 18 los centros de salud que fueron refaccionados, renovados y puestos en valor mediante el programa Repara Salud.
El programa es impulsado por la Secretaría de Prevención y Atención en Salud Comunitaria, que dirige Liliana Montero, y va en sintonía con la decisión política del intendente Martín Llaryora de potenciar y fortalecer el primer nivel de atención de la salud.
En lo social, tiene la particularidad de incorporar para las tareas generales de albañilería, pintura e instalaciones mano de obra de cooperativas de trabajo, reforzando de este modo la promoción de estas instituciones y el vínculo con la comunidad.
En el caso de Liceo III, las cuadrillas le dedicaron jornadas de intenso trabajo, ya que el edificio presentaba un claro estado de abandono en cuanto a mantenimiento en general, deteriorado por falta de mantenimiento, con problemas crónicos de filtraciones y humedades. Por ejemplo, la última tarea de pintura se había realizado hace más de 15 años.
“En un momento de tanta crisis económica y exclusión, la Municipalidad tenía dos posibilidades para arreglar los centros de salud: o contratar empresas privadas, que es la forma más rápida, la más fácil, pero también la más cara; o poner los recursos en aquellos que no tienen trabajo y que tienen el deseo de hacerlo, que fue lo que hizo esta gestión”, señaló Liliana Montero.
La inauguración de las mejoras tuvo la alegría de un logro colectivo en un acto que contó con la presencia de numerosos vecinos y de representantes de merenderos, comedores, el centro vecinal y distintas instituciones del barrio.
Un espacio de y para la comunidad
Con Repara Salud, las refacciones edilicias se acompañan con inversión en equipamiento médico, mobiliario y electrodomésticos para hacer esos espacios más funcionales, seguros y agradables para la comunidad y para el equipo médico que desarrolla allí su trabajo.
“Acá lo que se generó es un círculo virtuoso. La salud comunitaria es eso. No es una cuestión de atender la enfermedad. Es prevenirla, salir a promoverla y trabajar con la comunidad. Este espacio de salud es de ustedes, para ustedes” finalizó Montero.
María Ester Nolé, directora de Atención Primaria de la Salud, destacó el compromiso del equipo de salud tanto dentro del centro como puertas afuera, llegando hasta comunidades como El Gateado, ubicada a 15 kilómetros, para trabajar en actividades sanitarias junto con los referentes sociales de esa zona semirural.
“Este centro de atención primaria representa el primer contacto con la comunidad y lleva la atención médica lo más cercana posible a todos nuestros vecinos. No estamos trabajando solos. Lo hacemos de manera coordinada y articulada con la gente de las instituciones del área”, señaló la médica Soraya López, encargada del centro de salud.
Antes y después
En barrio Liceo III, la intervención edilicia comenzó con el sondeo de cámaras, inspección de pozos y desagües, que determinó la reparación completa de la cubierta de techo, que incluyó sellado de grietas y de fisuras, y la posterior impermeabilización con membrana liquida en toda su superficie.
Las paredes interiores y exteriores merecieron un trabajo de restauración previo a la pintura en todos los ambientes: en los consultorios, sala de espera, la administración, la sala de reuniones, además de la cocina y los baños.
Con el sellado de los muros de la cocina y del baño del personal se solucionaron problemas crónicos de filtración y de humedad.
Otro cambio evidente es la habilitación para uso público de un baño que anteriormente se utilizaba como depósito de elementos de limpieza, que ahora tienen otro espacio de guardado.
En materia de instalaciones, se atendieron especialmente las cuestiones de electricidad que complicaban la tarea diaria. Se dispuso un nuevo tablero de protección y comando para los aires acondicionados y la heladera del vacunatorio, independiente del resto de la iluminación y electricidad en general.
Los tubos fluorescentes se reemplazaron por iluminación led, se colocaron luces de emergencia en los espacios comunes, y se renovaron los apliques, las tomas y llaves en los pasillos, los consultorios, baños, cocina, enfermería, administración y farmacia, atendiendo el requerimiento de cada ambiente para ganar en funcionalidad.
Al igual que en los otros centros de salud ya recuperados, aquí también se incorporó señalética didáctica en la ambientación interior y un espacio para las infancias, con mesa y sillitas, libros y juegos, para hacer más amigable la visita al centro de salud.