“Vuelta Ciclística 2022”: Vivencias de un día para no olvidar
- Relatos e historias de ciclistas de diferentes puntos del país.
La Vuelta Ciclística, organizada por la Municipalidad de Córdoba el pasado domingo, llenó de emoción a participantes y a todos aquellos que disfrutaron del espectáculo a través del paso de los ciclistas en los diferentes puntos de la ciudad.
Más de 12 mil historias de todo el país tuvieron un punto en común: la adrenalina del momento previo, los nervios antes de la largada y la emoción de lo vivido y compartido durante todo el recorrido.
Así lo vivió Néstor, de 76 años que vive en San Vicente y hace 30 años dejó atrás su Buenos Aires natal. Se anotó en la categoría de 33 km y las dos ruedas le demostraron que la mejor terapia se hace en movimiento.
“Me subo arriba de la bicicleta y me olvido de los dolores, de los problemas”, afirmó con seguridad.
Cuando se va a andar con su bici por las Sierras suele recorrer 50 km y también disfruta circular por la ciudad. Su gran deseo es que la “Vuelta” sea algo más que un evento deportivo.
“Espero que también sirva para concientizar a la gente y que respete las ciclovías, el metro y medio con el ciclista. Somos un montón de gente que queremos andar tranquilos en bicicleta”, ansia Néstor.
Lo mismo ocurrió con Norma Alicia Moreno quien es ciclista desde hace 20 años y pertenece a un grupo de bicis Condor Mountain Bike, de nuestra ciudad.
Tiene 73 años y dice que, si alguien la quiere conocer, en lugar de darle una foto le daría una radiografía de sus pulmones o un electro. “Empecé a decir la edad porque quiero que la gente vea que esto te aporta salud y eso se refleja. Estoy muy bien de salud y disfruto del ciclismo”, manifestó.
Norma describe que pasa unos sábados espectaculares con sus compañeros en la montaña “Para mi este deporte es un cable a tierra. Este evento me gusta porque la energía ciclística es importantísima. Nuestras almas ciclistas se juntaron y Córdoba se llenó de energía este domingo”, relató emocionada.
Otro de los participantes que vivenció la vuelta es Horacio que tiene 60 años y es oriundo de Entre Ríos, pero hace 30 años que vive en Córdoba.
Se anotó en la carrera 33 km participativa. Hacía 40 años que no andaba en bici. Recuerda que lo hizo desde los 5 a los 20 aproximadamente y al venirse a vivir a Córdoba, la gran ciudad lo llevó a no andar más, y se hizo más sedentario.
En setiembre del 2021 recomenzó, no sabiendo si se entusiasmaría, de hecho, tal como mencionó se compró una bicicleta pensando en que sea una de posible y rápida reventa, pues no sabía si se iba a subir y a los 2 o 3 días se iba a bajar.
Pero sucedió una especie de enamoramiento y empezó practicar primero solo hasta adquirir cierto ritmo, previo realizarse exámenes físicos y luego comenzó a sumarse a diferentes grupos.
Cuando se dio a conocer lo de la “Vuelta ciclística” sus compañeros empezaron a insistirle que se inscriba para poder participar. Al principio lo dudo, por el poco tiempo que hacía de su vuelta a pedalear luego de 40 años de un parate, pero luego se animó y se dio aliento para poder intentarlo.
Lo del domingo fue para él un desafío. Se anotó en los 33 km participativos, para no tener tanta presión y poder disfrutar la vuelta sin tener la obligación de tener que llegar en determinado horario y ganar.
Con respecto al evento y la organización dijo “me parece espectacular por la visibilidad que se nos da a los que andamos en bicicletas, que está creciendo en gran número aquí en la ciudad y en la provincia”.
Y agregó: “Que yo haya participado de esta vuelta después de 40 años de no andar en bici es casi un milagro. Hace 5 meses atrás estaba sentado en mi casa leyendo o jugando al ajedrez y de golpe hoy estoy haciendo una actividad física que antes no hacía”.
Las personas con discapacidad también tuvieron un espacio en la competencia.
Tal es el caso de Carlos Figueroa que tiene 40 años, es cordobés y participó de la categoría bicicleta adaptada en los 33 km, quien emocionado comentó “Estoy muy feliz con la iniciativa de la Municipalidad de Córdoba porque anteriormente nunca se hizo algo así y en especial que se tiene en cuenta a las personas con discapacidad”.
Es importante para él que hayan sido tenidos en cuenta al incorporados en todas las categorías.
Carlos recomienda a los que no hacen bicicleta aún y que tienen una discapacidad, que se animen, porque, “es importante que las personas con discapacidad comiencen a sumarse a este tipo de eventos”.
También participó Gerson Quiroga, un niño de 13 años que llegó de Mendoza hace tres meses. Ya compitió en tres carreras allá, pero nunca había salido de su provincia para ir detrás de sus sueños.
El joven llegó a la carpa ubicada en el estacionamiento del Kempes con un fervor especial, pues fue su primera experiencia deportiva en tierras cordobesas. El orgullo por el pequeño, que participó en la categoría familiar, se expresó a cada momento en los ojos de Fabiana, su mamá, que lo acompaña a donde vaya.
El niño aseguró estar muy contento por estar en la ciudad, y su objetivo al participar fue disfrutar de la Vuelta Ciclística y conocer nuevas personas. “Cuando me subo a la bici, siento un amor por este deporte, una emoción que pasa por mi cabeza, algo por el cuerpo que no se puede explicar”, afirmó el joven mendocino.
Gerson destaca la amistad como un pilar fundamental de este deporte, que no se trata de competir sino de la generosidad que se origina en ese instante.
Otra cordobesa que se acercó de la zona sur de la ciudad y que vivencio la carrera con mucha emoción fue Natalia Herrera. Ella tiene 40 años y empezó a pedalear en tiempos de pandemia. Se anotó en el evento porque quería tener la experiencia colectiva y sentir un poco la adrenalina que genera andar en bici, ya sea recorriendo una manzana o varios kilómetros.
En palabras de Natalia, “esta gran vuelta fue un mimo para todos aquellos que empiezan a moverse en esta disciplina. Nos lo merecíamos, estamos muy emocionados todos los que nos anotamos”.
“Amé esta actividad… fue realmente magnífica, fue una caricia y una oportunidad para un montón de locos que nos gusta pedalear. Esta vuelta nos sirvió para demostrarnos a nosotros mismos que no es pedalear por pedalear, que detrás hay mucha pasión, mucho empeño y amor” felizmente concluyó Natalia.
Todas las historias concluyeron reconociendo la alegría y emoción por lo vivido, la admiración por la organización, el agradecimiento por la oportunidad y el pedido de que la vuelta se establezca como un evento fijo para la ciudad.