Ya son 160 los carreros que entregaron sus caballos y recibieron una motocarga eléctrica
- Hoy la Municipalidad de Córdoba entregó 20 motocargas eléctricas más en el marco del Programa de Modernización de Medios de Trabajo.
- Las cooperativas La Igualdad, La Victoria, La Esperanza y recuperadores autónomos son parte del programa.
- Ayer el Concejo Deliberante aprobó la eliminación de la tracción a sangre.
Luego de un extenso trabajo realizado desde el año pasado, la Municipalidad de Córdoba entregó el motovehículo número 160 a los recuperadores urbanos de la ciudad.
En la jornada de hoy el Municipio entregó 20 motocargas eléctricas a personas que trabajan como carreros, utilizando hasta la fecha la tracción a sangre.
Estas personas se incorporaron al programa Recuperadores Urbanas y entregaron sus caballos para recibir el vehículo eléctrico.
Con la entrega de hoy, ya son 160 los carreros que se animaron a progresar y mejorar así la calidad del trabajo que realizan. El acto tuvo lugar en el Centro Verde Telas, un ícono del reciclaje y la Economía Circular de la ciudad.
Al respecto Victoria Flores, titular de Coys, expresó: “Hoy se entregaron 20 motos más, que se suman a las 140 que ya están circulando en la ciudad de Córdoba. Son 180 los beneficiarios que se anotaron de manera voluntaria para modernizar y mejorar las condiciones en la que los recuperadores están trabajando actualmente. Estas personas, que pueden pertenecer o no a una cooperativa, atravesaron un proceso de alfabetización, capacitación de oficios y por la escuela de tránsito para poder sacar el carnet”.
“A través de este proceso buscamos la inclusión verdadera, teniendo políticas públicas que tengan impacto social, ambiental y económico. A partir de ahora se rompen estigmas, porque dejan de ser carreros para pasar a ser recuperadores urbanos que tienen un título que los avala que se han capacitado y se han preparado para desarrollar un oficio”.
“Desde la Municipalidad les dimos la oportunidad que la vida no les dio, de poder elegir que quieren hacer, se quieren dedicar a esto, quieren mejorar la calidad de vida.Le pusimos corazón y mucho trabajo para que el resultado final sea mejorar la herramienta, antes ninguna gestión los había mirado y les había preguntado cómo estaban ni mucho menos que querían hacer”, concluyó la titular del CoyS.
El compromiso en esta materia se refleja en este trabajo conjunto entre el municipio y las cooperativas La Igualdad, La Victoria, La Esperanza y recuperadores autónomos de la ciudad.
Por primera vez, el municipio, por decisión del intendente Martín Llaryora, mira y atiende una necesidad de un sector que fue históricamente relegado en una política pública de gran impacto social y ambiental.
Además, recientemente Córdoba dio un paso importante en materia de inclusión social y protección animal: se aprobó en el Concejo Deliberante la eliminación de la tracción a sangre.
Esto quiere decir que los recuperadores urbanos tendrán un plazo de un año para dejar de utilizar carros tirados por caballos para realizar su labor.
Esto permite reconvertir el puesto de trabajo, mejorando las herramientas y generando equidad.
Las personas que decidan entregar su caballo podrán acceder en primera instancia a cursos de alfabetización y formación en oficios y culminarán el programa con el acceso a la motocarga eléctrica para realizar su trabajo.
183 recuperadores urbanos ya egresaron de su formación en alfabetización y oficios, gracias a los convenios firmados con la Universidad Nacional de Córdoba y la Universidad Provincial de Córdoba.
Los caballos recuperados ingresan a un programa de adopción responsable y, hasta entonces, permanecen en espacios destinados al cuidado animal en distintos puntos de la ciudad.
Además, los vehículos que entrega la municipalidad están impulsados por energía eléctrica y permiten a los recuperadores urbanos realizar su tarea de manera más efectiva, evitando el maltrato animal y cuidando el ambiente.
El municipio continuará relevando recuperadores urbanos de la ciudad en una segunda etapa para llegar a todas las personas y mejorar su calidad de vida.
Historias de vida
Daniel Carrizo, pertenece a la cooperativa La Igualdad. Él y sus hijos y esposa están muy felices porque es un nuevo comienzo, un paso a algo nuevo. Y muy agradecido obviamente.
Daniel relata que esta es una oportunidad única que les han dado y que está muy feliz porque es algo nuevo para él y para todo aquel que le gusta emprender y espera que todos podamos aprovecharlo como realmente se merece.
Según Daniel, “a partir de ahora lo que va a cambiar no es sólo su vida, sino es el punto de vista de la gente hacia nosotros. Nos es lo mismo llegar con un caballo que llegar con un vehículo como estos que se nos han entregado, es muy diferente el modo en que te ven. A partir de ahora los vecinos se van a acercar a nosotros con un poco mas de seguridad porque el carrero está muy mal visto en todos lados, y de este modo la gente tendrá un poco mas de confianza en nosotros y se nos van a abrir mayores posibilidades”.
Destacó que ”contar con esta motocarga no es lo mismo que tener un caballo. Uno se encariña con el animal, que lleva muchas más responsabilidades en su limpieza, en el hogar en cambio la motocarga hay que cuidarla, lavarla, pero es diferente”.
También Hugo Páez de la Cooperativa Igualdad destacó “Es muy linda la sensación que tengo porque me ofrecieron capacitarme para un trabajo, yo dependía de un carro y un caballo. Hice el curso de electricidad donde me dieron conocimientos y hoy me están dando una herramienta nueva de trabajo».
Hugo cuenta que anteriormente el salía en el carro a changuear, cartonear y lo que encontrara en la calle y ahora que ya no se puede salir más con el carro y esta oportunidad me va a ayudar mucho.
También remarca que la mirada de las personas hacia ellos va a cambiar, “porque cuando estás con un carro, haciendo trabajar a un animal te miran mal, pero en ese momento era la única opción que teníamos para hacer la moneda del día”.
“Estoy feliz, mi familia está esperándome en mi casa, para ver mi nueva herramienta de trabajo”.
Como a todos, le costó dejar el caballo, porque es parte de la familia, pero sabe que ahora va a estar bien cuidado y que también, va mejorar su calidad vida.
“Les agradezco mucho a la Municipalidad, al principio desconfiaba que nos fueran a dar todo esto, pero ahora no tengo otra palabra que decirles que gracias”.
Otra de las beneficiarias es Erika Tello, tiene 20 años y es de barrio Remedio de Escalada. Ella llegó a anotarse después de un censo que realizaron en su barrio y se anotó para comenzar con el curso de pintura que llevó a cabo a lo largo de varios meses.
“Estoy muy contenta. Esto es un gran logro que gracias al intendente podemos tener hoy algo con que nos vamos a mover, vamos a hacer plata que teniendo un carro con un caballo no se podría. A partir de ahora la gente nos va a mirar de otra forma porque a veces con el tema de inseguridad nos ve en el carro y cree que robamos, y ahora eso va a ser diferente porque vamos a poder tener otras posibilidades de trabajo, gracias a lo aprendido voy a poder pintar casa, tener otro trabajo”.
Cuenta que dejar su caballo le dio lastima, pero destaca que “hay que pensar que el tiene que estar en un lugar mejor y que no siempre tiene que estar tirando un carro. De igual modo lo podemos seguir viendo si coordinamos día de visitas”.
Hoy aparte de la motocarga le entregaron el casco, una escalera, soplete para pintar, espátulas, y varios elementos para poder desarrollar su labor.
Fabricio Maretti, tiene 23 años, no pertenece a ninguna cooperativa. Hasta hoy vivía del carro, del cartón. Vendía medias,repasadores, bolsas, peperina. A partir de mañana comenzará a trabajar con la motocarga entregada “Este es un gran beneficio que me dan, que voy a disfrutar al máximo junto a mi familia, y es una gran oportunidad para trabajar y llevar un plato de comida que es lo que siempre me enseñó mi familia”.
“Estoy muy feliz con todas las herramientas que me han dado, tal vez siga ahora haciendo el curso de pintura para salir adelante, juntar cartón, para sobrevivir y ayudar a mi familia. Estas herramientas cuidándola y con amor me va a dar futuro para mí y mi familia”.
Mencionó que, a partir de ahora, la gente los va a ver diferente, porque no van a estar utilizando el caballo y desea que de este modo reciban una mayor ayuda por parte de los vecinos.
“Tengo un amigo que anteriormente recibió la motocarga y me comentó que se trabaja bien, que la batería dura mucho, que la moto no gasta mucho así que está creciendo y pudiendo hacer cosas en su casa, comprando cosas para la casa y a su familia”, relata esperanzado.
Fabricio se emociona al hablar sobre las herramientas de trabajo recibidas “Es una bendición de Dios no solo para las nosotros, sino también para los animales que uno los ve como un hijo y prefiero que sea libre y no estar usándolo todo el día en un carro”.