
Pruebas Aprender en las escuelas municipales: 8 de cada 10 alumnos logran leer textos complejos de manera autónoma
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Entre los estudiantes evaluados por este instrumento, se destaca que el 79,6% se ubicó en los niveles 3, 4 y 5.
En las Pruebas Aprender 2024, los estudiantes de tercer grado del Sistema Educativo Municipal mostraron resultados significativos, con un 79,6% de los evaluados capaz de leer y comprender textos complejos de manera autónoma.
La evaluación, organizada por el Ministerio de Capital Humano de la Nación, alcanzó a 93 estudiantes de cinco escuelas primarias del municipio, quienes fueron parte del operativo nacional centrado en el área de Lengua.
Entre los estudiantes evaluados por este instrumento, se destaca que el 79,6% se ubicó en los niveles 3, 4 y 5, lo que indica un dominio significativo de habilidades lectoras. En contraste, solo el 5,4% se encuentra en los niveles 1 y 2, que corresponden a desempeños incipientes con apoyo visual.
El abordaje incluyó actividades de reconocimiento de palabras hasta la interpretación de textos de diferente extensión y complejidad. Los resultados posicionan al sistema local por encima del promedio nacional, confirmando la solidez de las políticas públicas implementadas.
Este dato refleja el avance sostenido del Sistema Educativo Municipal en materia de alfabetización y comprensión lectora.
El Plan de Alfabetización de Córdoba viene desarrollando diversas estrategias para potenciar la enseñanza de la lectura y la escritura desde el nivel inicial. Entre ellas se destacan trayectos de formación docente, el fortalecimiento de propuestas pedagógicas en los campos de Lengua y Matemática, el acompañamiento territorial de equipos técnicos y la distribución de material bibliográfico especializado.
En este marco, también se puso en marcha el Dispositivo de Seguimiento de Aprendizajes, una herramienta de evaluación censal que alcanzó a más de 5.000 estudiantes de salas de 5 años, primer y tercer grado, con el objetivo de realizar un seguimiento integral y sistemático del proceso de alfabetización. Esta política permite conocer el punto de partida de cada estudiante y monitorear su progreso a lo largo del tiempo, promoviendo una cultura evaluativa orientada a la mejora continua.