Cloacas: deudas históricas saldadas y obras invisibles que sientan las bases para la ampliación del servicio a más ciudadanos
- La nueva planta de tratamiento de Bajo Grande garantiza la prestación a 20 años y permite la extensión de la red de infraestructura, en la que Municipio y Provincia avanzan con la ejecución de aliviadores y colectores.
- En los últimos cuatro años las obras aseguraron que 112 mil vecinos puedan abandonar los pozos ciegos y conectarse a las cloacas.
El sistema cloacal de la ciudad de Córdoba estaba totalmente abandonado: las aguas grises brotaban por las calles, el servicio alcanzaba a la mitad de los cordobeses y la Estación Depuradora de Aguas Residuales Bajo Grande volcaba líquidos casi sin tratamiento al Río Suquía.
La falta de una visión integral y un esquema de obras prioritarias y la falta de mantenimiento generó un efecto negativo que repercutió fuertemente en la vida de los ciudadanos.
Desde diciembre de 2019, la Municipalidad de Córdoba y el Gobierno Provincial fusionaron acciones para planificar una serie de obras y acciones que optimicen la conducción y saneamiento de líquidos cloacales en la Capital.
La construcción de Bajo Grande 2 fue un hito de la ciudad: desde abril del año pasado depura las aguas grises bajo estándares normativos, algo que durante dos décadas funcionó irregularmente, contaminando el Río Suquía.
Junto a la antigua planta que se encuentra en reparación, se prevé la prestación del servicio a 20 años para 1,9 millones de ciudadanos.
En paralelo, y también en materia de mantenimiento para dar una función acorde a la red existente, se construyeron 60 aliviadores cloacales que evitan los desbordes en la vía pública.
Con esas dos acciones se aseguró la completa funcionalización en los sectores servidos, dando lugar a obras destinadas a la ampliación de la prestación y que más vecinos abandonaran los pozos ciegos y tengan un servicio de calidad.
Es así que surgen los colectores cloacales que sientan las bases para la construcción de las redes finas frente a los hogares.
Cinco de ellos ya fueron ejecutados: uno en Villa Páez, construido para aliviar el sector; otro en la zona de Empalme, donde las redes domiciliarias existían pero carecían de la infraestructura necesaria para su funcionamiento; dos en los alrededores de Villa El Libertador; y finalmente otro en la zona de Cerrito, al norte de la ciudad.
Al mismo tiempo avanzan con otros tres: la segunda etapa del Colector Sureste, que terminará de servir a la totalidad de dicho eje cardinal de la ciudad de Córdoba; el colector de Renacimiento, Maldonado, Altamira y alrededores; y el último que llega a la estación de Ciudad de Mi Esperanza al extremo este.
Cada uno de estos colectores cuenta con extensiones de varios kilómetros y tienen como funcionalidad potenciar el funcionamiento en áreas ya servidas, anteriormente tratadas a través de micro plantas deficientes (las cuales fueron erradicadas), además de incrementar el volumen de viviendas con posibilidad de conexión a la red cloaca.
En materia de redes finas, el Municipio retomó obras truncas de gestiones anteriores, como es el caso del Cerro de las Rosas y Ferroviario Mitre.
En coordinación con la Provincia también se construye el sistema domiciliario en la totalidad de Villa El Libertador, asentamientos contemplados en el programa de Urbanización de Barrios Populares y cuadras que quedaron aisladas en zonas servidas.
A la fecha son 112 mil los vecinos de Córdoba Capital que son nuevos frentistas de la red cloacal y tienen disponibilidad para conectarse gracias a obras ejecutadas en los últimos cuatro años.
Las obras marcan un camino inédito en la ciudad: por primera vez se planifica de manera integral la conducción y tratamiento de líquidos cloacales.