Tras años de abandono, revalorizan la plaza de barrio Los Álamos
- La plaza sumó nuevos espacios lúdicos, luminaria LED, cestos de residuos y rampas de acceso.
Con numerosas tareas de puesta en valor, la empresa municipal TAMSE recuperó la plaza de barrio Los Álamos. En la ocasión, el intendente Martín Llaryora visitó el espacio verde del noreste capitalino y dialogó junto a los vecinos, quienes se mostraron agradecidos por el rotundo cambio del lugar, el cual se encontraba en estado de abandono.
“La plaza estaba muy descuidada y los vecinos reclamaban continuamente la posibilidad de tener un espacio para que los niños pudieran disfrutar. Por eso hemos trabajado en conjunto con los vecinos y TAMSE y la hemos recuperado. Estamos muy contentos de hacer una Córdoba cada vez más linda”, destacó el jefe comunal.
En el sector se trabajó en la reparación de juegos, cestos de residuos y luminaria existente; pintura de juegos, senderos, cordones, rampas, accesos, postes, y mástil de bandera. En tareas de mantenimiento, las cuadrillas de TAMSE podaron el césped, realizaron canteros y limpiaron el lugar.
Por otra parte, se valorizó la plaza con nuevos juegos saludables, infantiles, una hamaca inclusiva, bancos y mesas. Además, se renovó toda la luminaria por LED, dentro y fuera del espacio verde, y se colocó un sendero de piedras que desemboca en el mástil central de la plaza.
Finalmente, junto a los vecinos, se forestaron y sembraron árboles, y se pintó un mural artístico.
«Esta es una nueva plaza apadrinada por la empresa municipal TAMSE. Estamos muy contentos de que la gestión de Martin Llaryora siga haciendo hincapié en darle valor a los espacios verdes que tenemos en la ciudad», fueron las palabras del presidente de la empresa municipal, Marcelo Rodio.
Con la plaza totalmente renovada, Alejandra, vecina del barrio, destacó: “La placita estaba abandonada desde hace bastante. En el último tiempo, el intendente nos dio una mano para refaccionarla y ahora los papás con sus niños toman mate y pasan un buen rato, ya que con el lugar iluminado no hay peligro”.
Manuel, también vecino, se mostró agradecido porque antes la plaza era un “escondite de yuyos y ahora está divina”, mientras que Ana María, expresó que “da gusto venir a la plaza a traer a los chicos”.