Las salas de exposiciones del Cabildo reabren con la muestra “Arte gráfico y discurso social. Capítulo Córdoba”
- La muestra es curada por el reconocido coleccionista y gestor cultural Adolfo Sequeira.
- Será en el marco de la Semana de la Memoria, este martes 23 a las 18.30 horas.
- La entrada es gratuita y se recomienda solicitar turno online.
La Subsecretaría de Cultura, dependiente de la Secretaría de Gobierno municipal, amplía gradualmente la oferta de actividades presenciales en los distintos espacios de la Municipalidad de Córdoba. En esta oportunidad, el martes 23 de marzo a las 18:30 horas, las salas de exposiciones del Cabildo reabrirán sus puertas al público con la inauguración de la muestra “Arte gráfico y discurso social. Capítulo Córdoba. Obras en papel de la colección Sequeira”, curada por este reconocido coleccionista y gestor cultural. El evento se enmarca en la Semana de la Memoria, una serie de actividades que se llevan adelante por la conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
En la muestra se exhiben obras de Carlos Alonso, Domingo Huertes, Luis Saavedra, Bernardo Ponce, Ernesto Berra, Carlos Durieux, Victoria Burgos, Domingo Nicolás Tejeda, Bati Rodríguez, Manuel Martínez Riádigos, Horacio Álvarez, Manuel Reyna, Martín Kovensky, Egidio Cerrito, Pablo Canedo, Dalmacio Rojas y Octavio Pinto.
La entrada es gratuita y abierta según la capacidad de las salas. Se recomienda solicitar turno online a través de la web de la Subsecretaría de Cultura . El Ingreso será por orden de llegada, dando prioridad a quienes hayan hecho la reserva online. Podrá visitarse hasta el 30 de julio, de lunes a jueves de 10:00 a 14:00 horas.
Esta exhibición sintetiza la propia colección de Sequeira representando “un arte de características sociales, tanto por el discurso que lo aproxima a las vicisitudes de los vulnerables como –más allá de la temática de su obra— por la opción política o ideológica de quienes lo generan”, describe el curador.
Las obras comparten una definida vocación comunitaria junto a otras más vinculadas al universo estético y ético de autores de clara opción militante. En este sentido, la selección no partió en este caso de un ejercicio curatorial sobre la producción de cada artista, sino más bien siguiendo un criterio de la mayor vinculación icónica con su apuesta por lo social.
La muestra podría abordarse en capas, a través del trabajo de distintos grupos de artistas: en algunos casos vinculados a una militancia dentro del Partido Comunista (Ponce, Alonso, Saavedra, Huertes, entre otros); referentes del Grupo de Los Cinco (Durieux, Berra, Bati Rodríguez o Crinejo, entre otros); ilustradores como Kovensky; recorridos del arte social en Córdoba de mano de Pablo Canedo u Octavio Pinto; así como una mirada de cierto registro patrimonialista con Oscar Meyer y Alberto Nicasio; y obra que no necesariamente comparten una categoría común, salvo la de haber sido escasamente visualizadas y que sin embargo alimentan la imaginería cordobesa —Jorge González, Adolfo Negrini y otros.
Con todo esto, intenta ofrecer una mirada sobre esta particular manera de enfocar la creación artística, la que puede denominarse ensayo de un discurso social del arte cordobés. Al respecto Sequeira enfatiza: “La tarea de rescate del mismo es, por cierto, una tarea siempre inacabada, y tanto sus precarias periodizaciones como la perspectiva de abordaje han de mutar tantas veces como observaciones interesadas registre”.